Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1861-1862 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 28 de marzo de 1862
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 88, 1.678
Tema: Presupuesto de ingresos ordinarios del Estado

El Sr. SAGASTA: He pedido la palabra al ver que cuando hablaba mi amigo el Sr. Calvo Asensio algunos individuos de la mayoría se incomodaban. (No, no)

Debo decir al Sr. Presidente del Consejo de Ministros que no se haga la ilusión de que sus conceptos son aceptables, pues no siempre ha de serlo para la minoría progresista. No se haga S.S. la ilusión de que sus consejos nos han obligado a presentar esta proposición. Nosotros quisimos tomar este acuerdo antes, y no vimos a la mayoría dispuesta a aceptarlo; ahora que la hemos dispuesta, nos hemos apresurado a proponerlo, y hemos dicho: aprovechemos esta buena disposición.

Es necesario que conste que lo que hemos propuesto ahora lo habíamos indicado antes, y fue desechado de la misma manera que se desechó nuestra proposición de dedicar tres días a la semana a la discusión de los presupuestos, sin perjuicio de que se dedicaran los siete días cuando no hubiera otras cuestiones de que tratar: y así es que hoy que hemos visto a la mayoría con tan buena disposición, hemos dicho: vamos a presentar esto que tan beneficioso es al país.

Por lo demás, yo no tengo nada que decir. Había pedido la palabra para decir al Ministerio y a la mayoría que tuviera paciencia: aprenda a tener paciencia y sufrir algún disgusto, que todos los tenemos; no imite en la susceptibilidad y en la vidriosidad de otros días al Sr. Presidente del Consejo de Ministros, porque al oír a mi amigo el Sr. Ballesteros, creí notar en ella efectivamente esa vidriosidad, esa susceptibilidad, y yo decía: pues imite hoy al Sr. Presidente del Consejo de Ministros.

Yo, al ver este síntoma en la mayoría, creí oír a un señor Diputado que era efecto de la primavera, y dije para mí: no; pues la primavera no hace el mismo efecto en la mayoría que en el Sr. General O' Donnell, que nos ha dicho que está más tranquilo y más pacífico que nunca: de modo que la primavera hace en el general O' Donnell el efecto contrario que en los demás.

La minoría progresista ha tenido siempre interés en que se discutan los presupuesto; y tan cierto es esto, que estando pendiente una interpelación mía sobre imprenta, no queriendo yo paralizar por ella la discusión de presupuestos, dije: renuncio a mi interpelación, y únicamente entré en ella cuando vi el acuerdo del Congreso de dedicar dos horas a los asuntos ordinarios, y otras dos a los presupuestos exclusivamente.

Así pues todos los cargos que se nos hagan de que no queremos la discusión de presupuestos, son injustos, y eso que no esperamos de su discusión ninguna economía para el país; pero prescindimos de todo.

Veo que algunos señores están impacientes, y lo siento; pero que hubieses votado como votamos nosotros antes cuando la prórroga de la sesión; y de todos modos, que imiten al Sr. Presidente del Consejo de Ministros, que está dispuesto a estar aquí catorce horas si hace falta; yo también lo estoy. Por consiguiente, que tenga paciencia, que más la necesitamos nosotros.

 



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